colesteastoma del oído

Colesteastoma del oído: síntomas y causas que tenés que conocer

Como ya es de público conocimiento, existen varias enfermedades que pueden afectar directamente a los oídos de las personas que hasta pueden llevar a sentir dolor o a causar mareos.

En esa lista, se incluye el colesteastoma, que es un tumor que crece en el interior y que, quien lo padece, puede notar algunos síntomas.

¿De qué se trata esta afección?

Este tumor afecta al tejido epidérmico que no puede eliminarse hacia el exterior, es decir que la descamación normal pasa a  acumularse hacia adentro y no puede ser expulsada, por lo que termina quedando en un sector donde no debería estar. Si bien es de carácter benigno, posee un comportamiento que suele ser destructivo.

Este puede formarse de tres maneras distintas:

  • Cuando ocurre un agujero en el tímpano debido a una infección crónica o trauma.
  • Puede ser congénito, es decir que nacen con pequeños restos de piel atrapados en el oído medio.
  • El más común implica una trompa de Eustaquio que funciona incorrectamente, por lo que se genera una presión negativa.

Según indican los especialistas, puede atacar a cualquier edad, aunque especialmente en los niños donde también es más agresivo. Si se hace un análisis retrospectivo, es común que los pacientes presenten antecedentes de nariz tapada, respiración bucal o que haya sufrido otitis en reiteradas ocasiones.

¿Cómo notar si se tiene un colesteatoma?

  • Supuración permanente o intermitente del oído, que suele ser acuosa con un color verde o amarillo.
  • Mal olor en la zona.
  • Puede haber disminución auditiva.
  • Si no se lo trata, puede afectar a los centros de equilibrio por lo que podría desencadenar en mareos o vértigo.

Lo que sí se debe tener en cuenta es que este tipo de tumor no produce fiebre y, en la mayoría de los casos, tampoco se percibe dolor.

Como se podrá observar, los síntomas suelen ser similares a los de otras afecciones auditivas, por lo que uno puede creer que se trata de otro tipo de problema. En este contexto, siempre es aconsejable acudir al otorrinolaringólogo que utilizará un microscopio para examinar la zona.

Asimismo, también podría proceder a realizar otros estudios complementarios, como una tomografía o audiometría.

Compartir

Dejá un comentario

Tu dirección de email no será publicada. Campos obligatorios *

Buscar

+