Submaxilitis aguda: por qué ocurre la inflamación de las glándulas salivales
Desde una mala higiene bucal hasta una enfermedad viral pueden provocarnos una submaxilitis aguda. ¿Por qué se puede desencadenar? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Cómo curarlo? ¡Te lo contamos!
Para ponernos en contexto, es preciso identificar que las glándulas salivales de nuestro organismo se dividen entre las mayores que -comprenden las parótidas, submaxilares o submandibulares y sublinguales- y las menores, submucosas repartidas por el área oral y el tracto aéreo-digestivo alto.
A su vez, necesitamos saber que estas glándulas cumplen tres funciones básicas:
- Segregar saliva para la humidificación de mucosas
- Facilitar la digestión del bolo alimenticio
- Defender al organismo contra los gérmenes.
En este marco, podemos mencionar que la submaxilitis aguda es la patología más frecuente de las glándulas salivares submaxilares y determinar, entonces, sus posibles causas:
- Sialolitiasis por la formación de un cálculo salival (sialolito).
- Infecciones por estrechamiento de las vías que segregan la saliva por cicatrices
- Tumores de las glándulas salivales
- Problemas de higiene bucal
- Enfermedades virales como las paperas, varicela o mononucleosis.
- El síndrome de Sjögren
- El uso de algunos medicamentos como diuréticos o antidepresivos
- Tratamientos con radiación de tumores de la región
- Deshidratación
En el caso de la infección por cálculo salival (sialolito), esta acumulación de sustancias químicas forma un cuerpo que atasca la salida de las glándulas salivales, por lo que hay una retención de saliva. En la secreción acumulada se multiplican las bacterias o virus y conducen a la inflamación.
¿Cuáles son los síntomas de la submaxilitis aguda?
Los pacientes que experimenten un cuadro de posible submaxilitis aguda podrán sentir un bulto debajo de la mandíbula, que suele aparecer asociado a alguna instancia alimenticia o después de la misma.
En algunos casos la inflamación estará acompañada de dolor, aunque no es un síntoma indispensable para el diagnóstico. Además, suele presentarse de forma repentina y unilateralmente o bilateral, como en el caso de las paperas.
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
El tratamiento estará determinado por el diagnóstico pertinente que realice un otorrinolaringólogo. En principio, lo más usual es que se recomiende un seguimiento farmacológico y si la alteración no cede se pasa al tratamiento quirúrgico con exéresis total de la glándula.
¡Importante! Los pacientes de riesgo, por ejemplo fumadores o personas con alergias, deben realizar seguimiento al menos semestrales con odontólogos para mantener un control de su salud bucal y consultar a un otorrinolaringólogo ante cualquier duda para descartar patologías de mayor gravedad con algún tipo de tumoración. ¡La prevención salva vidas!
