¿Qué pasa si tenemos sangre en el oído?
La sangre en el oído es una señal de alarma importante. El problema más habitual por el que se produce es la rotura del tímpano. También puede suceder como resultado de una infección en el oído medio. En casos menos habituales puede ocurrir después de padecer una otitis.
Causas de la sangre en el oído
En cualquiera de los casos, la sangre en el oído se desprende en el interior del mismo y sale hacia afuera. Generalmente no es solo sangre, sino que suele estar acompañada por pus, diferentes líquidos y también cerumen. La zona afectada del oído tiene infección y genera pus. La cera se encuentra naturalmente en el conducto auditivo.
Rotura del tímpano
El término médico de éste problema es perforación del tímpano. Existe un tejido fino o membrana que separa el conducto auditivo del oído medio. Su función es la de dar la audición y protegerlo. El desgarro de esa membrana es lo que se denomina perforación del tímpano.
Esto puede llegar a generar la pérdida de la audición. Si el problema no pasa a mayores su curación se produce en forma natural al término de algunas semanas. En casos más complejos puede llegar a ser necesaria una cirugía para revertir la perforación del tímpano.
Algunos síntomas que pueden indicar el posible problema son:
- Dolor
- Secreciones desde transparente a color sangre.
- Sentir un zumbido.
- Sensación de vértigo.
- Náuseas.
Causas que pueden provocarlo:
- Infección.
- Sonido muy fuerte.
- Entrada de un objeto extraño en el oído.
- Traumatismo craneal grave.
Al perforarse el tímpano, puede ocasionar pérdida de la audición o también una infección en el oído medio. Un problema que se puede dar a veces es un colesteatoma. Se trata de la formación de un quiste en el oído medio. Este quiste está formado por células de piel y otros restos. Es un buen foco para la formación de bacterias y esto puede llegar a dañar hasta el hueso inclusive.
Infección del oído medio
Es una infección que puede ser bacteriana o viral y afecta directamente el oído medio. El médico puede detectar el problema con un instrumento que se llama Otoscopio neumático. Con este instrumento, el médico puede mirar dentro del oído y comprobar si hay líquido acumulado detrás del tímpano. Para ello sopla aire contra el tímpano, por lo que normalmente el tímpano se mueve, si hay líquido acumulado esto no sucede.
Generalmente suelen ser dolorosas porque la zona está muy inflamada. Este tipo de problema puede llegar a curarse solo por lo que, mayoritariamente, el tratamiento consiste en minimizar el dolor mientras dure el problema. La sintomatología es:
- Dolor intenso
- Secreciones líquidas cuyo color varía del transparente al color sangre.
- Pérdida parcial de la audición
En la mayoría de los casos este problema es generado por una gripe o un resfrío fuerte. La inflamación generada de la zona de la garganta, trompas de Eustaquio y las fosas nasales puede provocar que las trompas de Eustaquio se obstruyan y no puedan así cumplir con su función.
Su función es controlar la presión del aire que llega al oído medio. También se ocupan de mantener ventilado el aire y de drenar las secreciones producidas por el oído medio. Al no poder drenarse estos líquidos, se acumulan en el oído medio La infección viral o bacteriana se genera por estos líquidos acumulados.
¿Cómo evitar la infección?
Hay ciertos factores que aumentan el riesgo de contraer una infección del oído medio. Los mismos pueden ser la edad, el clima, la mala calidad del aire, los bebés que toman la mamadera estando acostados, entre otros.
La forma de prevenir y evitar estos riesgos es lavarse las manos con frecuencia, mantener los ambientes libres de humo, darle de mamar al bebé reemplazando la mamadera o, si no fuera posible, que la tome en posición erguida.
De cualquier manera, y sea cual fuera el motivo, si aparece sangre en el oído es recomendable consultar con un médico para que indique motivo y solución al problema.