¿Qué hacer cuando hay una fractura de nariz?
La fractura de nariz es la lesión más común que se suele encontrar en el rostro ante accidentes, peleas o deportes. Te contamos que podés hacer si lamentablemente te ocurre.
Pese a ser un cuadro habitual en las guardias médicas, es preciso que cualquier daño nasal sea atendido de forma inmediata por la estrecha relación que el sistema respiratorio mantiene con el correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Primero y principal, debemos definir que entendemos como fractura de nariz a la rotura del hueso o cartílago sobre el puente nasal, en la pared lateral o en el tabique, que divide las fosas nasales.
Se debe comprender que un daño en el cartílago del tabique nasal puede producir una acumulación de sangre en el interior de la nariz que de no ser drenada rápidamente podría derivar a deformaciones permanentes, bloqueo nasal o hasta la muerte del tejido y el colapso de la nariz.
Además de ser tratadas con urgencia, las fracturas de nariz precisarán de un diagnóstico en los días siguientes para evaluar la correcta sanación de la herida y monitorear que no se produzcan desviaciones de su forma normal que pueden interferir a futuro con una correcta respiración.
Una fractura no atendida correctamente y a tiempo puede desencadenar diversos problemas y hasta acarrear consecuencias irreparables. En algunos casos, será necesario incluso practicar algún tipo de cirugía correctiva de la estructura nasal que haya sufrido alteraciones producto del impacto.
En todo momento, luego de una fractura de nariz, se debe prestar atención si se presentan los siguientes síntomas:
- Dificultad para respirar.
- Inflamación que permanece con el tiempo.
- Desviaciones del tabique.
- Hormigueo o entumecimientos repentinos
- Aumentos esporádicos del dolor.
- Sangrado nasal.
- Cambios en la visión o visión doble.
Ante alguna de estas señales de alarma es preciso que se realice una nueva evaluación a la brevedad.
Por otra parte, para aliviar los síntomas del proceso de recuperación tras una fractura nasal, el paciente puede:
- Evitar actividades que lo agiten o pongan en riesgo su nariz
- Aplicar frío dos o tres veces al día durante 20 minutos
- Tomar analgésicos sólo si son indicados por un profesional de la salud
- Mantener la cabeza elevada para facilitar la respiración
- Tomar duchas de agua caliente para inhalar el vapor.
Finalmente, es fundamental que el paciente asista a las consultas de control con el otorrinolaringólogo todas las veces que este lo indique hasta asegurarse de que se alcanzó una correcta sanación.
