¿En qué consiste un examen otoneurológico?

Los vértigos y mareos suelen ser motivos de consulta muy frecuentes para los otorrinolaringólogos. El paciente tiene que saber que se debe estar atento porque podrían ser síntomas de problemas de salud importantes, que podrían ser detectados mediante un examen otoneurológico.

Como se detalló en otras oportunidades, los mareos podrían ser causados por diversos motivos , que podrían estar vinculados con afecciones de garganta o auditivas. Sin embargo, cuando no es generado por el oído interno, podría entonces ser provocado por el cerebro, por presión arterial baja o por problemas psicológicos.

Para poder detectar de manera precisa el causante de esta molestia física, existen pruebas médicas que son beneficiosas para poder dilucidar el motivo de los mismos y que ayudarían a un diagnóstico precoz, algo que, en cuestión de salud, es sumamente importante.

¿Qué es un examen otoneurológico?

Entre estos estudios, se destaca uno que consiste, básicamente, en un conjunto de pruebas que ayudan a determinar si hay algún tipo de problema con el sistema vestibular del oído interno, que es el vinculado con el equilibrio, o del cerebro.

Según revelan publicaciones, este examen puede documentar objetivamente las enfermedades vestibulares como el vértigo postural paroxístico benigno (VPPB) y la fístula perilinfática, que se produce comúnmente después de una lesión en la cabeza. También, puede arrojar resultados con respecto a la ototoxicidad vestibular bilateral, que es un efecto secundario de medicamentos como diuréticos, gentamicina, entre otros.

Un estudio otoneurológico completo está compuesto por una serie de pruebas posicionales y un examen oculomotor completo que pueden ser efectuados correctamente por nuestro equipo especializado:

• Electroinstagmografía (ENG) o Videoinstagmografía (VNG): se mide cuidadosamente el movimiento involuntario de los ojos.
• Prueba calórica (PC): aplicación de un estímulo térmico cerca del oído. Permite analizar la capacidad de respuesta del aparato vestibular en cada uno.
• Impulso Cefálico (V-HIT): evalúa la capacidad de mantener la mirada en un objetivo a pesar de un movimiento inesperado de la cabeza.
• Test visual subjetivo vertical (SVV): el paciente debe decidir en qué posición la línea está vertical con respecto a la fuerza de gravedad.
• Potenciales vestibulares (VEMP): detecta la respuesta frente a un estímulo acústico.
• Electrococleografía (ECOG): similar a la anterior.
• Pruebas posicionales: las más conocidas son la Dix-Hallpike y McClure.
• Posturografía: el paciente se pone de pie en una plataforma y se obtiene un registro sobre el centro de gravedad.

Evaluación

Como es común que el relato del paciente vertiginoso sea confuso, es importante que se realice un buen examen otoneurológico inicial para poder hallar la localización de la patología, ya sea vestibular o extravestibular, periférico o central, para orientar el diagnóstico y recomendar un tratamiento adecuado.

En casos complejos, nuestros médicos también están capacitados para realizar una intervención quirúrgica de ser necesario.

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