¿Puedo perder audición por ruido en el trabajo?
Lamentablemente, hay algunos trabajos que, aún tomando las precauciones necesarias, pueden ser nocivos para la salud auditiva. Este trastorno se conoce como hipoacusia ocupacional. Informate más sobre el tema aquí.
Un contexto de trabajo agresivo para nuestra salud auditiva será todo aquel que nos exponga de forma continua a ruidos que superen los 90 dB. Para darnos un ejemplo, este volumen del sonido equivale a la sirena de una ambulancia, las bocinas de los vehículos.
Por lo general, en un boliche bailable o discoteca se mantiene un sonido ambiente a más de 110 dB. Del mismo modo, una máquina taladradora, según la calidad y porte del equipo, genera un ruido de aproximadamente 120 dB.
La contaminación sonora se presenta de tantas variantes que pocas veces nos damos cuenta. Hoy en día, hasta un docente o un empleado administrativo bancario puede sufrir de una hipoacusia ocupacional dependiendo del contexto de trabajo y las medidas de prevención.
¿Por qué se produce la hipoacusia ocupacional?
La pérdida de la capacidad auditiva, no estará solo condicionada por la intensidad del sonido, sino también por la frecuencia y duración de la exposición. En materia laboral, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el nivel más alto permisible del ruido en el lugar de trabajo debiera ser de 85 dB durante un máximo de 8 horas al día.
Cuando se supera dicha barrera, el personal está en riesgo de sufrir un deterioro en la calidad auditiva porque las células sensoriales del oído se dañan por el impacto del ruido fuerte o su agresión prolongado desencadenando cuadros de pérdida de audición temporal o acúfenos.
Estas células no tienen la capacidad de regenerarse por lo que un daño permanentemente en las mismas producirá una hipoacusia irreversible biológicamente.
¿Existe tratamiento para la hipoacusia?
Lo principal es permanecer alerta a las posibles señales de pérdida de audición para detener a tiempo la enfermedad y restringir la exposición que está afectando nuestros oídos. En el caso de desempeñarse en trabajos que demandan convivir con agresiones sonoras, es fundamental utilizar los instrumentos de protección que recomienda la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) y asistir a revisión periódica con un otorrinolaringólogo.
Lo más común es que los cuadros de hipoacusia sean detectados cuando el panorama ya es irreversible debido a la imposibilidad de regenerar las células dañadas. En estos casos, una correcta evaluación con un especialista podrá determinar la posibilidad de implementar algún tipo de dispositivo que permita al paciente optimizar su capacidad auditiva residual.
Los audífonos son las herramientas utilizadas con mayor frecuencia para maximizar la escucha de los pacientes. Pero, su implementación no puede estar exenta de medidas de prevención contra la contaminación sonora, a fin de proteger el residuo auditivo.
Según la OMS, más de 360 millones de personas en todo el mundo sufren pérdida de moderada a grave de la audición por diversas causas, de las cuales, estima que la mitad son de orígen evitable. Por ello, lo mejor es mantener un seguimiento y control de su salud auditiva.
