¿Qué es la poliposis nasal y cuáles sus síntomas?

Los tumores pueden atacar distintos órganos y sectores del cuerpo humano, como las vías respiratorias. Mientras que los tumores nasales pueden ser benignos o malignos. La poliposis nasal es una patología benigna de origen inflamatorio.

Esta, que es una forma especial de sinusitis, los especialistas la definen como una enfermedad que afecta el interior de la nariz y los senos paranasales. En términos médicos, son unas formaciones blanquecinas y son debido a un proceso inflamatorio de la mucosa.

Si bien estos pólipos son benignos, pueden crecer hasta el punto de llegar a obstruir completamente las fosas nasales. Algunas de las publicaciones relevantes citan una prevalencia de esta enfermedad en el 4,3% de la población general.  Asimismo, sostienen que el 5% de las consultas otorrinolaringológicas están vinculadas con esto.

Siguiendo con la sintonía de las estadísticas informadas por la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cérv, la distribución por sexo es de 2 a 3 hombres por cada mujer y, por lo general, suele aparecer a partir de los 40 años.

Sin embargo, puede darse en menores de 10 y podría estar vinculada a una fibrosis quística, por lo que se recomienda una consulta rápida.

¿Cuál es la sensación que tiene la persona que lo padece?

Hay una serie de síntomas que sirven para detectar esta afección:

1. Dificultad para respirar por la nariz, lo que lleva a verse obligado a hacerlo a través de la boca.
2. A raíz de esto, puede darse la presencia de ronquidos. En caso de que el paciente ya roncara, que sea más fuerte o constante.
3. Alteración o anulación del olfato, que es conocido como anosmia.
4. Voz nasalizada o de congestión nasal permanente.
5. Mucosidad nasal de manera exagerada.

Diagnóstico

Para poder tener una evaluación certera del caso en particular, se debe acudir al otorrinolaringólogo, que basará su análisis en la historia clínica y que procederá a efectuar una exploración completa.

Las pruebas de imagen como la TC pueden aportarle una información adicional, como la extensión de la lesión o saber si existen otras patologías asociadas. El diagnóstico precoz es clave para prevenir las fases más graves de este trastorno que necesita en ocasiones intervención quirúrgica.

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