Claves para saber cómo sacar la cera del oído
Por más que parezca molesta, la cera en el oído desempeña un papel importantísimo en el sistema auditivo. Empero, su incorrecta higiene puede desencadenar consecuencia de diferente gravedad, desde infecciones hasta lesiones de carácter irreparables.
Primero y principal hay que entender que la cera en el oído, formalmente llamada cerumen, no está ahí por capricho de la naturaleza, sino que reviste cinco diferentes funciones:
- Lubricación
- Antibactericida
- Antifúngico
- Limpieza del interior hacia el exterior
- Protección ante el ingreso de agua, insectos, polvo u otros cuerpos extraños del exterior.
Lo normal es que la cera que se produce en el oído vaya desprendiéndose y llegue al exterior del oído, donde es limpiada con la higiene diaria, o algún hisopo de uso externo sin ningún tipo de introducción en el conducto auditivo.
¿Cuándo es necesario retirar la cera del oído?
Sólo se debe retirar la cera del oído cuando hay una producción de cerumen importante que hace que se acumule generando molestias, infecciones y hasta disminución de la capacidad auditiva. De no producirse una acumulación excesiva, la limpieza de la cera del oído sólo debe ser externa.
¿Cómo retirar la cera del oído?
En caso de un almacenamiento excesivo de cera en los oídos es necesario consultar a un especialista para determinar el origen y realizar la limpieza apropiada. Lo ideal es realizar una visita anual con un otorrinolaringólogo para efectuar la higiene correcta y diagnosticar el funcionamiento del sistema auditivo.
Existen tres diferentes métodos realizados por profesionales para limpiar el exceso de cera en el oído:
- Instilación de agua: con la boquilla de una jeringa aplicada correctamente e inclinando la cabeza hacia el lateral para que el líquido drene.
- Con cureta, un utensilio específico utilizado por otorrinolaringólogos que ayuda a desprender el cerumen.
- Bajo visión con microscopio se intenta extraer el tapón con utensilios especiales, tantas veces es conveniente utilizar productos cerumenolíticos para ablandar el mismo y después se retira fácilmente por aspiración.
La forma más correcta de realizar esta tarea es bajo visión microscópica.
¡Importante!
Es menester recalcar que el uso habitual de hisopos o auriculares pueden irritar el conducto del oído estimulando la producción de cera o empujando también el cerumen hacia el interior. Por lo cual, no es recomendado el uso de varillas de algodón y menos aún en niños. Los bastoncillos de algodón para limpiar el oído son sólo de uso externo.
Finalmente, el movimiento de la mandíbula ayuda al proceso de la limpieza natural de los oídos. Por esta razón, mascar chicle, hablar y reír, pueden ayudar a desprender el cerumen cuando el oído no presenta ninguna patología que le impida la higiene orgánica.
Por el riesgo de infecciones o afecciones de la capacidad auditiva, es importante que no dude en realizar una evaluación profesional ante la sospecha de una producción o limpieza irregular de su oído.