Cuerpos extraños en la garganta: signos y síntomas
Llega la etapa de descubrimiento y el niño empieza a explorar el mundo con su boca. Lo que debería alegrar a los padres por representar un normal crecimiento, se convierte en un riesgo latente que lo obliga estar detrás de él constantemente en estado de alerta ya que los niños son propensos a introducirse cuerpos extraños en la garganta.
Un cuerpo extraño en las vías respiratorias es una emergencia médica. La asfixia es la principal causa de lesión en niños menores de 4 años y puede ser sumamente riesgosa y hasta fatal si no es detectada a tiempo.
Además, los alimentos pueden ser una causa de obstrucción habitual en menores que aún no mastican la comida. Al inhalar profundamente el niño puede atascar el cuerpo extraño en la tráquea y otras veces puede suceder que un objeto deglutido sea demasiado grande y se atasque en el esófago.
¿Cuáles son los signos y síntomas de la presencia de cuerpos extraños en la garganta, en las vías respiratorias?
- Ahogarse o atragantarse cuando el objeto se inhala
- Tos
- Sonidos agudos que se producen en la inspiración llamados estridor
- Respiraciones sibilante usualmente cuando el niño exhala
- Cambios de voz
- Neumonía
En caso de que la obstrucción se desarrolle en el esófago el niño puede presentar:
- Episodio de asfixia
- Babeo
- Vómito cada vez que trata de comer
- Incapacidad de comer
- En caso de lactantes, rechazo del pecho seguido de llanto
Ante la sospecha de que se halla cuerpos extraños en la garganta de un niño es importante consultar a la brevedad con un médico. El diagnóstico se confirma mediante la exploración directa de la cavidad oral, rinoscopia anterior o nasofibrolaringoscopia, y el tratamiento a seguir se determinará según el cuerpo extraño y su ubicación.
Una vez removido el cuerpo extraño de la garganta, se debe sospechar la posibilidad de una herida asociada hasta que se pruebe lo contrario. En suma, el retraso de 24 horas para extraer un objeto puntiagudo o de bordes afilados o cortantes aumentan significativamente el riesgo de complicaciones posteriores a evaluar.
Por este motivo, es importante que los padres consulten con el otorrinolaringólogo hasta que el especialista dictamine que el menor se encuentra en perfecto estado.